Cuando alguien te deja de fumar, se esfuma.

Antes me pasaba como a ese cigarrillo que alguien olvida en un momento dado y se va consumiendo poco a poco. Ahora soy como esos otros que se van apagando solos con el fin de evitar incendios.

No quiero catorces de febrero

A la gente le da por buscar su 'media naranja', casi siempre mal cortada, para acabar exprimiéndola más de la cuenta y que al final todo se quede en un jugo y en un mal trago.
Les gusta eso de dibujar corazones con iniciales y fechas en árboles, bancos o puertas de baño, todo por tocar madera y ver cuánto dura la cosa.
Y ya sabemos que en este día hay que demostrar quererse muuuucho porque así lo imponen.
Pero más que mucho, creo que hay que quererse bien.
Se dicen demasiados 'te quiero', y lo que falta decir es para qué.
Feliz día de los 'enhumorados', porque ver como las parejas se idolatran al máximo hoy, a mí me hace mucha gracia.

Como dice la canción

anoche pasé frío y me desenamoré un poco, o quizá n u n c a  lo estuve.

Desde las últimas risas de la estación hasta mi rostro serio de hoy, al escribir por olvidar que ya no me escribes. No sé en qué momento se empezó a distorsionar tu voz y difuminar tus fotos.

Voy a echar mano al calendario para señalar que día empezó lo de acabarnos.

No hace falta que vuelvas, ni que me recuerdes porque volver a los recuerdos es cosa de relocos y sólo me sentía así cuando eras tú quien me daba cuerda, me acuerdo.

 

 

 

Siempre hay dos opciones

Imaginarlo o llevarlo a cabo.
Yo soy de las que piensa que hay que mojarse, porque todo empieza a tener más sentido cuando hay algo que nos hace ser incoherentes.

No domino el excel

para mí lo excel-ente es el word, porque puestos a contar cosas, que no sean números, que las letras esperan su turno.
Escribir es un remedio a la soledad, tristeza, malos pensamientos, dolor de cabeza, agujetas...
Y las agujetas se calman con ejercicio, aunque sea mental.
No sé si sobria tengo más ingenio o estar ebria me hace pensar mejor. El alcohol no es lo único que hace que mi mundo dé vueltas, a veces lo provoca él. No hablo del alcohol ahora, aunque tenga un efecto parecido. Beber es lo mismo que tenerle al lado, sale mi yo de verdad.
Y ambas cosas pueden crear dependencia y algo de resaca. Pero eso es dolor de cabeza y por eso estoy aquí escribiendo o poniendo remedio.
Y aunque necesite silencio para hacerlo, sólo me gusta cuando callas si es para dormirte, no para ausentarte. O para darme un beso.
Lo más cálido que puedo tener en invierno es una manta
o una conversación contigo.

Donde caben dos no caben tres

Ella vino sin invitación. El apartamento era de dos, como nuestra historia. Había dos vasos, dos platos y dos cigarros sobre la mesa. Dos personas en un sofá de dos plazas. Dos agujas en ese reloj de pared que nos acechaba dejando pasar sus horas, nuestras horas.
Tú a mi lado mirándome, exclamando en silencio que yo lo hiciera. Y yo mirando el futuro, para ver si aparecías por algún lado.
Dos opciones.
Haberme levantado, hacer la maleta y decirte adiós con la mano.
Girar la cara y utilizar mis brazos. Para algo, abrazar o ahogar.
Dos sentimientos, quererte y odiarte.
Ella volvió a aparecer. Tú a acercarte a mí, y yo a distanciarme hasta de mí.

No soy una estatua

Con el agua hasta el cuello porque ha llovido mucho.
O quizás sean esas gotas que salen de los ojos.
Desde que esto pasa, ya no me maquillo como antes, ya no soy como antes.
Tengo una parte astillada y duele.
Últimamente tengo el corazón demasiado rojo, no es que lo vea, pero se acelera
y eso es porque está bombeando mucho.
A veces le digo que pare, pero no me hace caso, como algunas personas.
Soy independiente y eso lo confunden con que nunca necesito nada de nadie, y también soy seria
pero no borde. No digo "te quiero" pero claro que puedo llegar a hacerlo, no soy de piedra.
Las estatuas son frías, pero hasta ahora no las he visto llorar. Por eso no soy una estatua.

Antes, todo esto era "tanto"...

Aún nos quedan pedacitos.

Tenemos más escombro en el pasado que Madrid en el presente,

pero estamos limpiando el polvo a los recuerdos

y ensuciando la cocina con otros momentos.

Estoy pensando en juntar tus cenizas,

las de cada cigarrillo que te  has fumado conmigo y guardarlas,

para que el día menos besado, al menos pueda olerte.

La navidad no me gusta desde que la relaciono con un proceso de enfermedad, los dos son momentos que consiguen reunir a las familias.
Y el tiempo todo lo cura pero precisamente eso es lo que falta en esas cuatro paredes blancas pintadas de vacío y esperanza. Sí, porque blanca es la esperanza y no la navidad.
Lo que más me asusta no es el coco ni el anuncio de la lotería de este año, lo que más me asusta es alguien solo en la cama de un hospital. Mi hermana dice que si alguna vez la ingresan, le regalemos un peluche gigante para tener algo a lo que abrazarse.
Cuando hice mis prácticas de enfermería supe lo que era el "ser humano" y no hablo a nivel anatómico, sino emocional. A veces, el mejor tratamiento era un saludo, cuatro sonrisas y diez minutos de tu tiempo. Creo que durante todo ese tiempo gané mucho y sin cobrar.
La navidad no me gusta desde que la relaciono con un proceso de enfermedad, en ambas esperas algo, en una despertarse y tener regalos debajo de un árbol, y en la otra, despertarse sin más.

El plan B consiste en no repetir el A

Amanecer siempre resulta bonito, ya sea mirando el cielo a través de la ventana o teniendo a esa persona al otro lado de la cama. Me he visto haciendo vida en pareja durante una semana. Sí, yo, la chica independiente y me ha gustado tanto que repetiría.
Repetir en el colegio significa que no has dado todo de ti, y yo sólo quiero repetirlo para subir nota.
Que el honor no siempre sigue a una matrícula, el honor para mí ha sido haberte visto otra vez.
Y en cantidades gigantes, como una venta al por mayor pero siendo muy pequeña. Porque ha sido como el disfrutar de la infancia, esa intensidad en las emociones, la misma que sientes antes de subir a esa atracción de cualquier parque temático.
Y hablando de áticos, quiero que algún día compartamos uno  muchos días, muchos meses, tal vez años, tal vez vidas...
Que no es que tenga varias vidas, pero si las tuviese, querría volver a conocerte pasando directamente al plan B, porque el A fue el primero y los comienzos no suelen ser siempre buenos, pero si bonitos... igual que cualquier amanecer.
 

Yo quiero verte y no recordar lo que es verte

Y yo quiero un exfoliante para pieles muertas y otro para las que nos hacen morir...

Sabía que volverías, aunque todavía no sea navidad..

Y hemos vuelto a hablar, así sin más, de cosas inútiles, sin sentido, a ratos sin ganas. Pero sé que llega el invierno y en cuestión de poco tiempo se encenderá la estufa sin haber dado al botón de "On".
Hemos vuelto a hablar y...

qué bien contesta cuando quiere
cómo me calla cuando sabe.

 

Yo era una chica excelente

Había olvidado lo que cuestan los domingos con esa resaca de sábado, o lo que era que te recuerden en un solo día varias veces que es tu cumpleaños y te canten esa maldita canción que por un lado te hace ver lo feliz que eres. Pero es mentira.

Para ser feliz hay que estar todo el día durmiendo, sin apenas comer, mientras ves como todo da vueltas y las personas giran y acaban largándose sin ser efecto del mareo que produce el alcohol.
Para ser feliz hay escuchar el móvil chivándote que tienes un wasap de esa persona que no esperabas, de esa que justo hoy hace 4 meses que no sabes nada de lo que es, y que por eso te empeñas en recordar todo lo que ha sido.

Para ser feliz no debería de haber escrito nada de esto.

No es lo mismo decir "cuánto cuesta" que "cuánto vale", aunque una cosa lleve a la otra. Es lo que estamos dispuestos a perder por aquello que merece la pena.

Sinopsis

Tengo dos noticias, una buena y otra mala.
La buena es que he conseguido acabar un libro, la mala es que, me he acordado de ti.
Y es entonces cuando pienso si es que lo nuestro de tan intenso que ha sido, consigue amoldarse a las historias ya escritas o que soy yo la que busca un ápice de semejanza para hacerte regresar de cualquier manera. Al recuerdo mismamente.
Es la manera más fácil de hacerte volver, porque si de verdad vuelves, dueles. Compras la vuelta y otra vez la ida, y no tengo ni ganas ni la misma facilidad de antes para estar desempaquetando nuestras cosas, porque justo cuando saco esa foto, que parece la típica que viene en un marco recién comprado, te vas a por tabaco.
Y luego vuelves, y volver es haberse ido y yo no tengo ganas de levantarme a abrir la puerta.

Lo hice por vocación

Soy una dejada, no miro por mí tanto como debería. Y eso que me dicen "qué independiente eres" sí, pero no lo hago del todo bien. En realidad dependo de si la gente necesita ayuda, con lo que sea. No soy una súper heroína pero si pudiese lo sería, y lo más parecido era la enfermería.
He formado parte de la vida de muchas personas y eso mola, porque ellos en menor medida acaban formando parte de la tuya sin darte cuenta. Pero te das cuenta, sobre todo cuando vas por la calle y te quedas mirando fijamente a un señor y a su familia, y ellos te miran, te sonríen y se acercan. Y te dicen que se acuerdan de ti y te agradecen el trato.
El truco está en el trato. Y ya puedo ser más fría que una sección de congelados que allí todo cambia.
Había gente que me decía que hice enfermería porque no me dio la nota para medicina. Y no, no hice medicina porque mi letra es muy legible y porque curar lo puede hacer cualquiera, pero cuidar es diferente.

Tnsn sxl n rslt, compro vocal.

En cualquier conversación a través de móvil, lo de poner las tildes está muy bien, pero saber poner el acento, el justo, está mucho mejor. Sí porque por no saber poner el acento se han dado casos de malinterpretar comentarios y lo que es mucho peor, si no sabes poner el acento a esos mensajes tan esperados que llegan pegados a un "doble tick", no sabes lo que te puedes llegar a estar perdiendo.
Hablo de esas frases que aun sin tener contenido erótico, sabes que van por ahí. A mí me ha pasado de enviar un simple comentario y que la otra persona se lo tomara como una indirecta de "tensión sexual no resuelta". Y me encantaría haber podido decir "voy a resolver", como esos concursantes de la ruleta de la suerte, pero no, hay veces que no se puede y otras que no se debe. Y yo no sé en que punto estoy...

Decían que había que follarse a las mentes

Y cada vez lo tengo más claro.
De nada sirve que nos atraiga un físico si después no hay una mente diciéndonos "quédate".

Días de flores y capullos

Suele pasar que cuanto más se aleja esa persona de ti, más insegura te sientes. A mí me pasa que cuanto más se aleja esa persona de mí, más segura me siento para no volver a ser idiota. Me basta que me demuestren lo que no quiero ver para volver a ser yo.
Y sabes que lo has superado cuando:
- Ni por asomo se te ocurre mirar su última conexión. Es algo que tampoco entiendo, esos números no sirven de nada. (hay veces que me he dormido a las 00:30h y a las 4:56h he ido al baño y ya de paso he mirado el whatsapp....puede que quien mire mi hora piense que acabo de volver de fiesta o que estoy hablando con alguien, y mirad mi realidad) A lo que refiero es que ese invento del demonio no es nada fiable.

- Si le tienes en Facebook probablemente le hayas dado a esa opción para que su actualizaciones no te salgan, pasas de ver su nueva vida (hay personas que esta parte no la superan y se pasan el día mirando el muro de esa chico/a, yo a estas personas les recomendaría que le eliminen directamente)
pero sabes que está superado, cuando te metes a su perfil adrede y aun viéndole con otra/o piensas cosas "buenas" en vez de soltar sapos y culebras por tu boca.

- La prueba definitiva para saber si lo has superado es volver a escuchar esas canciones que tanto te recordaban a él/ella. Si logras escucharla entera sin saltar a otra canción, enhorabuena.

Con esto he querido decir que no debemos hacer que alguien sin demostrarnos lo nos merecemos, le hagamos sentir como no se merece y que los únicos kleenex que hay que gastar son para cuando lloramos, pero de risa.

La misma voz en "off" que antes me decía que sí, no para de gritar que no...

A mí tampoco me quedan palabras, he mirado en el diccionario y tampoco encuentro.
No sé por qué se empeñan en enseñarnos a andar cuando somos pequeños, lo suyo sería que nos enseñaran a tropezar. Las hostias en la vida son las que nos recuerdan que estamos vivos, pero el mismo fracaso reiterado nos recuerda que somos idiotas.
Desde que nacemos, recibimos golpes. El del médico para que respiremos y los que vas sumando a lo largo de tu vida, para que dejes de hacerlo. Sí, como ese golpe que te deja sin respiración durante unos segundos.
Dicen que eso ayuda a madurar y no sé si madurar es conseguir hacer de piedra a alguien, pero me están esculpiendo, sólo faltan unos cuantos retoques y ya, lista para formar parte de esas esculturas del parque o incluso para hacer de mimo en Sol. Y después llega el desgaste, como el de esas zapatillas que siempre eliges porque son tus preferidas, pero que al final se rompen porque no las cuidas lo suficiente.

 

the one

A ver, que lo bonito en realidad no es escribir, lo bonito es escribirse. Y ya de paso que te hagan sentir como aquello que dicen Stereophonics en "Dakota".

Me falta la cerveza en una mano y el cigarro en la otra. Me falta el humo volviendo opaco el ambiente, hasta que consiga dejar de recordar tu cara que casualmente está justo detrás. Y la música más alta, que todavía te escucho. Voy a ir al baño y esta vez sola, no pienso retocarme para ir a dormir que luego mancho las sábanas,  sería una buena manera de estrenarlas, sí, aunque haya otras mejores. Mientras, puedes ir a por tabaco. Compra Lucky, y deséame lo mismo para mí.