mayo 17, 2012

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La tarde en la que nos conocimos sonreí nueve veces más. Mirada tímida que pedía a gritos seguir sonriendo. Ella volaba en aquel mundo  de noches en vela y alboroto. Nosotras la hacíamos compañía. Y luego llegó la distancia, la que no se puede contar. Todo se volvió oscuro y tú ya no estabas allí para hacerme sonreír. Nos obligaron a despedirnos y a mí, a recordarte siempre.

Ella soñaba con su vida y no la quisieron despertar.

2 comentarios:

  1. La distancia, cuando hablamos de amor, no es nada más que un pequeño bache que se puede superar queriéndose. Queriéndose de verdad y luchando por eso que realmente quieres. Te lo digo por experiencia. Un besito!

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  2. Me gusta leer comentarios y más si interpretan significados diferentes a lo que pretendo decir. Hablo de perder a una persona, en este caso a una amiga. Perderla para siempre. Pensar que algún día volveré a encontrarme con ella en alguna calle de cualquier ciudad es lo que nunca ocurrirá.
    En cuanto a tu interpretación, la distancia en el amor es terrible. Es posible superar todo lo que viene, pero hasta yo me he dado cuenta que no siempre ocurre. Y eso me lleva a pensar... ¿estaba de verdad no-enamorada?
    Gracias por pasar Nerea :)

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