octubre 29, 2015

No dudes, que duele.

Hay una luz que se enciende por dentro cada vez que le veo,
igual que la de esos pilotos rojos de la tele que te advierten que estás en el aire.
Yo pido no caer.
Lo único que pido es ese rincón de sofá que ya he hecho mío,
para ver pasar el tiempo sin darme cuenta pero sabiendo que me queda aún demasiado contigo.
Puede que una vida. Y que ojalá fuesen dos.
Porque hay tiempo para todo y tanto.
Yo hasta mis 25, me he conocido y me he querido más que nadie.
A partir de los 26 estoy dejando que otro lo hagan.
Y creo que en estos momentos estoy queriendo porque elijo querer,
no porque me obliguen a hacerlo.
No dudes, que duele. Y no dudo que esto duela.
Pero doler de querer. De querer que todo salga. De que salga pero que no se vaya.

Estoy sabiendo lo que es que te despierten con el polvo mañanero, que no es otro que un cola cao.
O que lleguen dos rosas a media noche sin que haya un motivo para recibirlas.
Que te desnuden sin quitarte la ropa, pero que te arranquen esa coraza que traías arrastras de tus vidas pasadas.  
Que manden a la mierda tus jamases, pero sin tocar tus principios.
Que te enganchen, sin atarte.
Que te hagan llorar y reír y gemir.
Que te hagan desde cero y que te pongan a cien.

He tardado tanto en llegar hasta aquí, y ahora entiendo que quien ríe el último, ríe mejor.
Porque lo hace acompañado.

septiembre 08, 2015

Soy de ciencias

Pero he pasado a letras porque quiero empezar a escribirte,
borrar palabras de tanto repetir
y marcarnos más de tanto repetirnos.
Ensuciar hojas en blanco y sábanas de colores.
Que pintes mucho en mi vida,
aunque yo no sepa dibujar.
Que me grapes a ese lado de la cama
mientras yo mido mis miedos
y tú calculas el tiempo para deshacerlos
y el espacio para mi mudanza.
Quiero llenar de post-it la nevera para no recordarte nada en especial
pero hacerte sentir así.
Y yo verme pequeña porque siga sin llegar a ese armario de la cocina,
pero que tú estés, porque consigues hacerme grande.
Quiero subrayarte con fosforito,
porque te has vuelto demasiado importante.

agosto 20, 2015

Los trenes que pasan una vez y las personas que te pisan varias veces en la vida

Hasta donde la vista me alcanza
no quedamos nosotros
y no me preocupa
porque hacer transbordo de personas,
que al igual que en cualquier transporte ganas cero,
es muy necesario.
Y después de meses siendo turista,
alguien te invita a vivir en el mundo con él
mientras habláis del tiempo,
del tiempo que llevábais sin conoceros
pero no os preocupa ir despacio
que para ir rápido ya está el pulso.
Abrir la ventana por la mañana
y dejar que el aire se cuele
mientras miras extrañada
porque hasta donde alcanza la vista,
ya no lo hace el corazón.

mayo 17, 2015

Éramos hilo de color rojo

El último suspiro es el que nos lanza o nos derriba, y las primeras manos son aquellas que sujetan para coger impulso.
A cuántos lugares volvemos para no quedarnos,
cuántas veces nos cuentan el principio de esa historia de la que todo el mundo sabe el final.
La escribí en un bloc de notas rápidas para empezar a desquerer a la misma velocidad.
Comienzo, nudo en la garganta y desenlace.
Todavía estoy a salvo, salvo que alguien venga y me bese lo contrario.
Nos quisimos sin roces para no hacer cariño, hicimos amor y polvo
y después nos deshicimos como hilos que se enganchan,
nos enganchamos como ese hilo rojo del que todos hablan.

abril 28, 2015

La vida sólo eran dos días

El primer día te conocí y el segundo me decepcioné,
y ahora supongo que debo de estar muerta.
Nadie nos ha dado el pésame después de nuestros intentos fallidos de acompañarnos en el sentimiento.
Tampoco nos trajeron flores, y éste sería el momento de recibir un ramo de margaritas,
comenzar a deshojarlas
y preguntarnos si nos quiere, o fingió hacerlo.

abril 11, 2015

En abril hay que cerrar

Las cosas que están pendientes, al final ruedan por esa cuesta. Y es que ahora mismo prefiero escuchar la alarma a las 4.52 de la mañana antes que tu voz.
Ya me he puesto las gafas de verte de lejos pero sin graduar, por si algún día apareces, que no pueda distinguirte. Que me queda mirando extrañada pensado que a ese tipo le conozco de algo pero no recuerdo de qué, ¿Cómo decías que te llamaba?

Antes de ayer llegó un paquete a casa con el último pedazo que me faltaba desde que volé así.
Ayer llegó también un "cómo te va, pirómana" tuyo porque sabes que alguna vez te hice arder.
Hoy es un día menos en mi vida y un día más en la que no tuvimos.
Cinco años reducidos en dos meses no fueron suficientes. Tú no fuiste suficiente, yo fui matrícula de honor.

abril 08, 2015

Esa palabra que vuelve a rimar con mi nombre

A veces, en el mismo momento de empezar algo, se acaba.
Porque hay cosas que duran unos instantes, como el pestañear, el amor de verano y la tristeza.
También aquella tiza que utilicé para poner repetidamente nuestros nombres mientras la lluvia y el tiempo se encargaban de borrar. No nos quedan polvos mágicos, ni polvos sin más.
Nunca he dicho a nadie que lo mejor de mi vida sea esa persona, porque lo mejor de mi vida sigo siendo yo. Y no es egocentrismo, pero desde que ya no nos hablamos me he acabado enamorando de mí al bailar nuestra canción favorita.
El amor en sí no duele, duele cuando nos da por recordar. El amor es imaginario, lo único real son las fotos que te hiciste para ese marco vacío que vuelve a estar vacío.
El vacío también es eso que busca a alguien para que salte hacia él.
El vacío eras tú y yo la que saltaba.
El vacío es lo que queda cuando ya no queda nada.
 

marzo 16, 2015

Hoyuelo

Cómo ha pasado el tiempo, ¿o ha sido la vida?
Tu cara de niña ha desaparecido pero sigues siendo más dulce que mi Cola Cao de por las mañanas. Así que no hagas caso de los que te digan eso de "borde", sólo buscan llamar tu atención. Llama tú a la suya o mándale un whatsapp pidiendo disculpas por ser tan auténtica. O explícale que el hoyuelo que tienes en la cara fue por haber sonreído tanto durante tu primer año de vida.
Porque no sé tú, pero yo no soporto a la gente que sonríe por aparentar, ni a la que lo hace por quedar bien. Yo sólo sonrío cuando quiero dejar arrugas en mi cara para el recuerdo. Con la sonrisa bien estirada, de ojera a ojera.
Siempre pensaba en cómo serías cuando crecieses y mira, dieciocho ya. Ojalá los tuviese yo otra vez, pero eso significaría que tu tendrías que volver a tus trece y es ahora cuando sigues en tus trece.

Porque te admiro por lo que piensas, por cómo hablas y por cuanto callas.
Y me envidio a mí misma por disfrutarte cuando puedo, pero más por tenerte como hermana siempre.




 

enero 22, 2015

A la tercera, fui la vencida

Me acabo de dar cuenta de todo, pero ya no me queda nada. Estoy escribiendo desde la litera de un bajo mientras escucho a mi vecino cantar en otro idioma. En uno que no era el nuestro, bueno el mío, porque tú tampoco me entendiste. Tan solo porque preferí la comodidad del ascensor en vez de la pérdida de tiempo por las escaleras, yo no iba rápido, eras tú el que no avanzaba. Aún recuerdo cuando me quedé encerrada y apareciste cuando ya no necesitaba ayuda. Ni siquiera me dejaste subir arriba para ver las vistas. Eras tú quien tenía vértigo y yo la que volaba alto, pero ahora me han volado y he caído en la cuenta dejando un socavón. Nunca fuimos, siempre dejamos de ser.
De ser vistos de la mano por aquel pueblo casi deshabitado en el que tú me habitabas por placer.
Ya no tengo las llaves de esa casa, ya no te espero al volver de trabajar, ni te mantengo caliente tu lado de la cama para cuando vengas, ni lleno la bañera hasta la mitad.
Que me llenen a mí, de todo menos de cicatrices. Qué fácil resulta curarse cuando llegas a la herida, pero si no que lo cure el tiempo o que se cure al aire. El mismo que ha apagado tus cigarros y me ha cortado los labios. El que queda ahora entre nosotros pero que ya no compartimos, porque partimos, cada uno a su aire. Nosotros que somos signos de tierra, dime por qué no logramos cosechar nada.

diciembre 19, 2014

Dicen que soy fría

y entonces probablemente muera de hipotermia, porque nunca antes lo he hecho de amor. Pienso si alguna vez sentí eso en la tripa que dice todo el mundo, pero yo lo confundo con hambre. Nadie necesita mariposas en el estómago teniendo pájaros en la cabeza. La cosa va de animales, lo que somos en la cama. Nadie se queja tanto como ese colchón que grita de envidia y despierta a medio vecindario. Incendiando la habitación y no por el cigarro de después, si no por las tostadas que dejamos mientras nos cogíamos otra vez, así que abre la ventana que entre aire, agua y tierra, que el fuego ya está aquí. Y después de que todo entre, nos toca salir, de esta casa, de esta ciudad, de esta vida. La tuya que era mía hasta hace unos días. La mía que fue tuya hasta hace unas horas.
Porque a medida que escribo me libero pero me voy quedando sin espacio, y ya no puedo seguir alargando algo que ni siquiera llegó a empezar. Quiéreme cuando lo leas que yo te odiaré cuando no me escribas.

diciembre 11, 2014

Sigo viajando en el tiempo

Al pasado para seguir repitiendo que serás la última vez.
Al futuro para apuntar en el calendario cuando sale nuestro avión. 

noviembre 05, 2014

Cajones desastre y chicos que apuntan maneras

Oye, lo estoy intentando, le estoy diciendo lo que pienso sin dejar tanta cicatriz. Pero llegará el momento en el que esto se me vaya de las manos por completo, sí, porque no sé coser, siempre se me ha dado mal hacer de-sastre y a él siempre se le ha dado bien serlo. Era un puto desastre.
Él mismo lo decía una y otra vez seguido de su eterno perdona.

Pero a mi esto no me ayuda, ni me enternece, ni me da pena. Me doy pena yo por estar en el mismo punto de siempre sin que nadie me haya dado todavía un punto de apoyo para dominar el mundo. El mío al menos.
Y esto empieza a ser caos porque tú siempre has sido un caso. El mismo que nos hacemos.

En nuestra baraja de posibilidades se están agotando los comodines y mi paciencia.
Aunque para ciencia la mía, que alguien me estudie y me trate,
que alguien me trate de hacer ver que aquí hay un error 404,
y que no nos encontramos por mucho que nos busquemos.





 

septiembre 01, 2014

Supongamos que escribo de lo que no hablo

Estamos viciados recíprocamente y no sé hacia dónde vamos. En algún momento en nuestras vidas somos comparables a ese ratón que da vueltas sin parar en la misma dirección para llegar siempre al mismo lado. Nosotros somos así, intentamos irnos, pero siempre nos quedamos.
Porque a veces querer avanzar lleva a estancarse.
Pero otras sin moverse, es posible llegar lejos.
Aunque lo que me sorprende de la lejanía es la posibilidad de sentir a alguien tan cerca.
Como ahora...
Y como estoy escribiendo sobre lo que nunca hablo, atento:
nos quiero...


julio 29, 2014

En cualquier estancia de la casa pide cinco minutitos más...

Siempre funciona así, primero nos desnudamos y luego nos quitamos la ropa, pero nunca las ganas. Y sigo comprando geles familiares por si algún día decidimos formar una.
Dicen que si breve, dos veces bueno. Yo digo que si breve, es una mierda, si va a ser bueno que dure más
También dicen que si te duchas, ahorras. Tú dúchate conmigo, que lo único que vas a ahorrar serán las ganas de querer volver por donde has venido.

junio 25, 2014

Escribiendo... (nos)

Unas veces pienso, algunas reflexiono y otras, me da por recordarte.
Eres como esa cicatriz que pica, que no puedo dejar de rascar y que acaba siendo de nuevo una herida.
La imagen que más repite mi cabeza es aquella en la que apareciste en el baño para pedirme que te dejara secarme el pelo. Lo volví a enredar esa noche. Quizás lo recuerdo porque se me hizo raro que alguien me pidiese semejante idiotez, pero me acabé volviendo más idiota yo. Y hasta ahora...
Porque hay personas que te cuentan cuentos para poder dormir y otras que cuentan contigo para que no puedas hacerlo, mientras no paran de hacértelo.

junio 15, 2014

Hay que abrir más paraguas y puertas, que todas se quedan entreabiertas

El olor a lluvia me trae campo a la mente, verde, muy verde. Hasta que me hace cambiar de color a mí también. Y mis pensamientos se enfrentan a lo más sincero que pueda traer esa palabra a la mente.
Y es que me has hecho tan vulnerablemente verde que sólo la lluvia consigue que me acabe mojando, pero sólo tú me hiciste comprobar que no siempre que me mojo es porque haya llovido.

junio 09, 2014

Nos faltó sentido de la orientación para dejar de perdernos.

Cuando algo se acaba, cuando se desvanece un vínculo, te despides de esa persona, de una posible vida en común. Dicen que nosotras tenemos un sexto sentido, pero además, yo con él también tuve un sexo sentido, una fisura en el miocardio y un dejar de querer inmediato.
Después de aquello, vino la recomposición, el pasar de la noche con velas a las noches en vela.
Me sentí tan pequeña, que tuve que mirarme con lupa para ver si seguía allí.
Y tan vacía, que ni la luna llena de aquella noche fue capaz de consolarme.

mayo 31, 2014

La relación a distancia, la reacción a distancia

Todo aquello que nos da miedo parece gigante, pero a diferencia de otras cosas, se hace pequeño conforme nos acercamos.
Y las ganas crecían pero lo nuestro se estancaba. Y de tanto kilómetros, nos quedamos en la reserva, que viene a ser en la memoria.
Y de todos los desprendimientos posibles, cada vez que nos veíamos era el de retina. Luego nos tocó el de corazón, y con razón.
Terminamos desprendiéndonos nosotros para pasar al tú y al yo.

mayo 25, 2014

La música es musa

Un día volviendo en el tren pensé en juntar los títulos de algunas canciones de uno de mis grupos favoritos y componer...


"Quizás era por mi aspecto, serena, conforme, pausada. Yo, Ana. Siempre me señalaban pidiendo que viviera esta puta vida, que soñara con lo que aún no tenía y deseaba, que lo reflejase en mis ojos, en mis venas, en mi alma. Que gritase en voz bajita y susurrase en voz alta, que me quebrase por dentro, que dejase de ser hermética, que arriesgara. Que saliese de día y volviese de noche, contando estrellas, ardiendo como las fugaces, esperando cometas que me llevasen lejos, como a otro planeta, el mío propio, donde yo fuese la emperatriz. Un lugar donde me canten tu saeta en vez de nanas para dormir cuando no estés. Y que de repente nos veamos por última vez y que el encuentro sea como esa ola de calor insoportable de ese agosto tan a gusto, esa que nos dejó secos y sin saber dónde ir. Quiero mojarme contigo, coger un par de litros y saltar hogueras en nuestra playa, esas en las que pides deseos y esperas que ese mismo fuego te vacíe y reconforte, te despoje de las dudas infinitas y te haga ser más visceral que nunca. Os juro que tengo miedo. Ese mundo no está hecho para mí, ni nosotros estamos hechos para nosotros. Yo soy demasiado viento y tú eres niebla. A veces no consigo verte, te pienso en difuminado y te siento en blanco y negro y no, joder, quiero más tonos, muchos y distintos. Que esto vaya cogiendo una forma, que se vuelva tecnicolor. Que quiero subir y bajar mientras suenan canciones de guerra en la habitación y los vecinos se esconden asustados y se vuelven locos creyendo que les atacan. Pero siempre me sacas a bailar en el baile de los muertos y hay demasiada vida por delante. Siempre me señalaban para que viviese esta puta vida y lo estoy haciendo. Porque no hay nada que llene más que escaparnos a Granada y sonreír bien fuerte por el paseo de los tristes, ahora que lo nuestro es tan eléctrico..."

mayo 21, 2014

querido diario: he dejado de quererte

Has supuesto que he olvidado las llaves de mi diario, pero lo cierto es que las perdí aquel día en el que madrugué para repasarte y ya estabas al otro lado de la línea, comunicando. Después se me acabó la batería y la paciencia y fui hasta el super para comprar sal, a ver si así atraía a algún vecino. Pero nadie vino a pedirme y no me gusta esperar. En la peluquería me hicieron un moño de estar por casa y me marcaron las ojeras. Volví a casa en taxi y pasé por los rincones escondidos donde siempre nos encontrábamos. Y ahora que ya estamos perdidos, recordé dónde estaban las llaves de aquel diario, pero al abrirlo comprobé que no había hojas para seguir escribiendo algo.

mayo 17, 2014

fuimos el repetir para acabar en modo aleatorio

Me puse los auriculares para dejar de escuchar tus falsas ganas de hacer todo más bonito. Justo en esta canción fue donde nos violamos y ahora cada vez que suena, busco una excusa para pasar a la siguiente. El rincón de nuestros bonitos recuerdos no tiene espacio en mi memoria a corto plazo. Porque no es lo mismo detener a la persona para que se quede contigo que dejar de tener, la diferencia es que tú y yo sólo nos retuvimos, varias veces, en tu casa, en la mía, en varios puntos de nuestras vidas. Cuando eso pasa, se trata de suturar, que no es lo mismo que dar puntos, si fuese así, nos hubiesen dado un aprobado porque fue justo lo que dijimos: a probarnos...

mayo 08, 2014

Me has perdido y he ganado, o quizás es al revés. Lo que no me gusta de la vida es que no se puede utilizar la palabra "crucis" para paralizar el tiempo. Pero hay quien se cruza en tu vida, para paralizarte a ti. Y eso tampoco me gusta.

Y ahora me toca viajar a Berlín para que derriben mis muros...