anoche pasé frío y me desenamoré un poco, o quizá n u n c a lo estuve.
Desde las últimas risas de la estación hasta mi rostro serio
de hoy, al escribir por olvidar que ya no me escribes. No sé en qué momento se
empezó a distorsionar tu voz y difuminar tus fotos.
Voy a echar mano al calendario para señalar que día empezó lo de acabarnos.
No hace falta que vuelvas, ni que me recuerdes porque volver a los recuerdos es cosa de relocos y sólo me sentía así cuando eras tú quien me daba cuerda, me acuerdo.
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