El día a día no es fácil, los dos lo sabían y aún así se quisieron.
Ella era vulnerable cuando no le tenía al lado
y él se mostraba auténtico, como pocas veces le habían dejado ser.
Por eso sentía tanto por ella.
La primera vez que se vieron creían haberse conocido mucho antes.
Ganaron en confianza y perdieron la vergüenza tan rápido como la ropa.
No hacían falta palabras o tal vez, las palabras no existían.
En ese momento eran un solo corpúsculo celular.
Setenta y dos horas uno frente al otro, bloqueados,
probablemente en un mundo paralelo al resto de los mortales.
Ella dormía arropada en el lado derecho de su cama.
Él se despertaba para arroparla, desde el lado izquierdo de la misma.
Sencillamente precioso, ayss que lindo él, ojala alguien me quiese así.
ResponderEliminarUn besote, wapísima!!!
yo tmb quiero algo asi y de verdad :D
ResponderEliminarincreible, casi pude sentirlo desde esta cama en la que estoy escribiendote esto. Lo has relatado genial, me encanto, mis felicidades :) (L) un besazo !
ResponderEliminarY sólo ellos conocen lo que alli ocurria, los matices, las miradas...
ResponderEliminarMe has creado imágenes preciosas.
Besos
Cita
Eso es lo que le falta a muchos de los hombres, el QUERER verdaderamente, hermosas palabras!♥
ResponderEliminarÖ Es fántastica la historia, pero sobre todo tu forma de escribirlo... Sobre todo el final... Despues de leer esto, me han entrado aún más ganas de tenerle.. aún así me voy con una sonrisa :)
ResponderEliminarMe ha encantado, lo digo con toda sinceridad...
muacS!!
Tienes un premio en mi blog^^!!!
ResponderEliminarMe encantooo
ResponderEliminarEl título es Ir-real, pero del modo en que lo has relatado el IR no hace nada de falta. Bonito, bonito.
ResponderEliminar¡Te sigo! :)