octubre 16, 2011

Hoy por hoy.

Eleanor había esperado todo este tiempo para empezar a escribir sobre algo con una corta vida, pero que se prolongaba. Había esperado igual que cuando esperas debajo de un minúsculo soportal hasta que pase la tormenta. Pero aquella tarde no sólo llovía, también hacía frío y para eso no había nadie que le resguardara.
Ese mismo día, colocó el armario por colores. 
Encontró el jersey azul, sin estrenar. 
Se lo puso en casa, mientras caminaba del salón a la cocina y del 
baño a la habitación, pero no conseguía calentarse. 
La calefacción estaba encendida, y las mantas cubrían la mitad 
inferior de su cama, por si las necesitaba. 
Esa noche, recurrió a ellas. 
Esa noche su cama se quejaba porque no paraba de temblar. 
Esa noche comprendió, que ni 31 grados eran capaces de derretir 
un corazón tan helado.

1 comentario:

  1. El frío de Eleanor no se quita con mantas ni calefacción!! Se quita con un abrazo o un beso que pronto tendrá! estoy seguro!:)

    Un besazo cálido Cincoletras!! ;)

    ResponderEliminar