junio 02, 2012

La habitación azul

Y que todo lo que queda de mí en esta casa son las fotos de cuando era niña. Porque cada vez que vuelvo, soy menos yo. Y les culpo de todo, de haber cambiado, de haberme cambiado. Me hacen falta ocho días para querer irme otra vez, para después querer volver, y así. Me pregunto si alguna vez he sabido echar de menos...

3 comentarios:

  1. Muchas veces, aunque suena egoísta, no es nuestra culpa no saber echar de menos. Ellos han sido quienes, desde pequeños, han roto ese... programa en nosotros, como si fuésemos robots, y lo único que logramos echar de menos, es lo único que no tenemos.

    ResponderEliminar
  2. A veces creo que el echar de menos es un don que intento perfeccionar...

    ResponderEliminar
  3. Muy certero, no es sencillo destramar los mecanismos del la nostalgia...

    ResponderEliminar