noviembre 30, 2013

La navidad no me gusta desde que la relaciono con un proceso de enfermedad, los dos son momentos que consiguen reunir a las familias.
Y el tiempo todo lo cura pero precisamente eso es lo que falta en esas cuatro paredes blancas pintadas de vacío y esperanza. Sí, porque blanca es la esperanza y no la navidad.
Lo que más me asusta no es el coco ni el anuncio de la lotería de este año, lo que más me asusta es alguien solo en la cama de un hospital. Mi hermana dice que si alguna vez la ingresan, le regalemos un peluche gigante para tener algo a lo que abrazarse.
Cuando hice mis prácticas de enfermería supe lo que era el "ser humano" y no hablo a nivel anatómico, sino emocional. A veces, el mejor tratamiento era un saludo, cuatro sonrisas y diez minutos de tu tiempo. Creo que durante todo ese tiempo gané mucho y sin cobrar.
La navidad no me gusta desde que la relaciono con un proceso de enfermedad, en ambas esperas algo, en una despertarse y tener regalos debajo de un árbol, y en la otra, despertarse sin más.

1 comentario:

  1. Cuando lo tenemos "todo" no apreciamos lo más básico e imprescindibre...despertarnos sin más. Precioso!

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