septiembre 01, 2014

Supongamos que escribo de lo que no hablo

Estamos viciados recíprocamente y no sé hacia dónde vamos. En algún momento en nuestras vidas somos comparables a ese ratón que da vueltas sin parar en la misma dirección para llegar siempre al mismo lado. Nosotros somos así, intentamos irnos, pero siempre nos quedamos.
Porque a veces querer avanzar lleva a estancarse.
Pero otras sin moverse, es posible llegar lejos.
Aunque lo que me sorprende de la lejanía es la posibilidad de sentir a alguien tan cerca.
Como ahora...
Y como estoy escribiendo sobre lo que nunca hablo, atento:
nos quiero...


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