abril 08, 2015

Esa palabra que vuelve a rimar con mi nombre

A veces, en el mismo momento de empezar algo, se acaba.
Porque hay cosas que duran unos instantes, como el pestañear, el amor de verano y la tristeza.
También aquella tiza que utilicé para poner repetidamente nuestros nombres mientras la lluvia y el tiempo se encargaban de borrar. No nos quedan polvos mágicos, ni polvos sin más.
Nunca he dicho a nadie que lo mejor de mi vida sea esa persona, porque lo mejor de mi vida sigo siendo yo. Y no es egocentrismo, pero desde que ya no nos hablamos me he acabado enamorando de mí al bailar nuestra canción favorita.
El amor en sí no duele, duele cuando nos da por recordar. El amor es imaginario, lo único real son las fotos que te hiciste para ese marco vacío que vuelve a estar vacío.
El vacío también es eso que busca a alguien para que salte hacia él.
El vacío eras tú y yo la que saltaba.
El vacío es lo que queda cuando ya no queda nada.
 

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