Justo en aquel subterráneo que yo solía frecuentar. No conseguí percatarme de su presencia hasta que le tuve al lado. Para toda la noche. La sensación de estar enganchada a una persona que ni siquiera conoces estuvo conmigo ese sábado frío y nublado. Y todo acabó así, nublado.
La despedida, insípida. La distancia, aguda. No quería hablar de ti y sin embargo, aquí me tienes. Dedicando un espacio al chico de la camisa azul. Veréis, no soy caprichosa. Pero esa noche, le hubiese querido a él.
La despedida, insípida. La distancia, aguda. No quería hablar de ti y sin embargo, aquí me tienes. Dedicando un espacio al chico de la camisa azul. Veréis, no soy caprichosa. Pero esa noche, le hubiese querido a él.
Sabes? me da tanta rabia que ellos no sepan sentir como nosotras sentimos...
ResponderEliminarNunca sabremos lo que se siente cuando alguien te piensa así... estamos condenadas a ser unas sufridoras...
Besos
Cita
(me alegro de tu vuelta, preciosa)
Una persona que aparece en el momento adecuado? Un besazo :)
ResponderEliminarMe ha pasado, a veces hay ocasiones en las que uno se encapricha... y si puedes darte el gusto de satisfacer tu antojo, mejor jejej!
ResponderEliminarUn besito!