febrero 06, 2012

Inconcluso

Justo en aquel subterráneo que yo solía frecuentar. No conseguí percatarme de su presencia hasta que le tuve al lado.  Para toda la noche.  La sensación de estar enganchada a una persona que ni siquiera conoces estuvo conmigo ese sábado frío y nublado. Y todo acabó así, nublado. 
La despedida, insípida. La distancia, aguda. No quería hablar de ti y sin embargo, aquí me tienes. Dedicando un espacio al chico de la camisa azul. Veréis, no soy caprichosa. Pero esa noche, le hubiese querido a él. 

3 comentarios:

  1. Sabes? me da tanta rabia que ellos no sepan sentir como nosotras sentimos...
    Nunca sabremos lo que se siente cuando alguien te piensa así... estamos condenadas a ser unas sufridoras...

    Besos
    Cita

    (me alegro de tu vuelta, preciosa)

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  2. Una persona que aparece en el momento adecuado? Un besazo :)

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  3. Me ha pasado, a veces hay ocasiones en las que uno se encapricha... y si puedes darte el gusto de satisfacer tu antojo, mejor jejej!

    Un besito!

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