mayo 22, 2013

La misma voz en "off" que antes me decía que sí, no para de gritar que no...

A mí tampoco me quedan palabras, he mirado en el diccionario y tampoco encuentro.
No sé por qué se empeñan en enseñarnos a andar cuando somos pequeños, lo suyo sería que nos enseñaran a tropezar. Las hostias en la vida son las que nos recuerdan que estamos vivos, pero el mismo fracaso reiterado nos recuerda que somos idiotas.
Desde que nacemos, recibimos golpes. El del médico para que respiremos y los que vas sumando a lo largo de tu vida, para que dejes de hacerlo. Sí, como ese golpe que te deja sin respiración durante unos segundos.
Dicen que eso ayuda a madurar y no sé si madurar es conseguir hacer de piedra a alguien, pero me están esculpiendo, sólo faltan unos cuantos retoques y ya, lista para formar parte de esas esculturas del parque o incluso para hacer de mimo en Sol. Y después llega el desgaste, como el de esas zapatillas que siempre eliges porque son tus preferidas, pero que al final se rompen porque no las cuidas lo suficiente.




 

2 comentarios:

  1. Cuánta razón hay en tus palabras Erre, pero no dejes que te hagan dura, tiene que llegar un momento en el que seamos capaces de esquivar todos y cada uno de los golpes que intenten darnos o sino, dar nosotros golpes certeros imposibles de devolver...
    (y cuidado con romperte antes)
    Cuídate!

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    1. Lo de ser dura no se elige, y en realidad no es algo malo, siempre y cuando sepas con quién serlo.
      Gracias...

      :)

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