octubre 10, 2011

Un peso más en mi equipaje

Fui tonta, estúpida y todos los sinónimos en los que podáis pensar ahora mismo. 
Pero fui feliz. 
Nunca he sido de adentrarme en sentimientos a distancia, más que nada, porque en mi maleta no
cabe todo y no quise comprar una más grande. Así que junté todo lo que iba viniendo,
a presión y desorden. 
Y pasó lo que esperaba que pasara, pero que creía que tardaría en llegar. 
La maleta se abrió (eso me pasa por no echar la llave) y todo, 
absolutamente todo lo que había dentro, despareció. 
Durante dos días me sentí incompleta, sabiendo que esto era real y no quería creerlo. 
Maldita maleta de cuatro ruedas que te hace creer que todo va a ir sobre esas cuatro.
Acabé creyendo en mí y dejando de creer en todo lo demás. 
Era una situación tan novedosa que también creí 
no poder salir de ella. Pero salí. 
Me he comprado otra maleta.

4 comentarios:

  1. Me alegro de que todo te haya reventado y hayas podido por fín decidirte a comprar una maleta más grande... No la llenes demasiado sobre todo a presión...

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  2. Como me alegro de que hayas comprado otra maleta!!! y ésta seguro que no revienta!!
    No fuiste ni tonta ni estúpida, fuiste una feliz enamorada, mientras duró!! Y pronto volverás a vivir esa felicidad aumentada!! ya verás!! :)

    Un besazo grande Cincoletras!!

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  3. Y yo que llevo siempre lo mínimo para no tener que facturar...

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  4. A veces hacemos las maletas demasiado pesadas, por eso prefiero llevar lo imprescindible.

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